Besa,

Besa, besa mi piel siente la calidez lamiéndola poco a poco y saborea el néctar que cae de tanto placer.... Bésame toda, sigue sin demora para que succiones todo mi calor que haces tú con tu candente seducción llena de pasión... Solo bésame muy dentro y entra en mí para que no me dejes ir por que ansío vivir muy dentro de tu ser el que está lleno de placer y el que me enloquece al darme siempre tu bello querer…

TUS GOTAS DEL DESEO.

Sintiéndonos como resbalamos por tu piel, nos metemos por todos tus rincones, empiezas a sentir calor, pero te vamos a refrescar somos del manantial de agua fresca como la brisa de una mañana de invierno. Caemos sobre tu cuello, seguimos por tu espalda, seguimos nuestros camino refrescando tu piel, aunque dejamos un rastro detrás, fresco que vuelve al momento a sentir ese calor tan intenso del deseo. Somos tu lluvia de gotas de agua que cada noche te visitamos al salir de la ducha no te secas y nos dejas en tu piel, sabes que te hacemos sentir, lo que nunca sentiste recorremos tu cuerpo , nos tocas muy suave con la punta de tus dedos tienes miedo a perdernos, te mojas y nos llevas a tus labios sedientos de besos, seguimos resbalando por tu piel, somos tus gotas del deseo que conocemos muy bien tu cuerpo y lo llevamos a sentir, lo nunca sentido. Cada noche caemos sobre tu cuerpo, hasta hacerte estremecer de deseo estamos en cada rincón, nos acaricias y somos tu segunda piel mojada ¿Seguimos, hasta donde quieres que lleguemos? Tus manos lo dicen….

Comenzó aquella noche de luna llena entre palabras de amor me conquistabas yo me resistía ante aquella pasión dormida que mi cuerpo aún guardaba. Desnudabas mi alma y a la vez mi cuerpo y en la tibia arena transpiraba ardiente despertando mis deseos de volver amar ante aquella luminosa luna me hacías el amor. Una llovizna tupida y fresca azotaba nuestras siluetas tras el cristal de tu rostro mis ojos cerrados ante tanto frenesí. Me hundía entre el agua y la arena rítmica y sensual al igual que una sirena tropezando con la noche y las estrellas atando mis manos a tu cuerpo, empujándome con fuerza. ¡Espuma blanca que acariciaste mi vientre! ¡mar verde azul que escuchaste mis suspiros! brisa nocturna que entraste por mi boca para darme respiro en el instante del clímax. Pasión aletargada que se ha quedado en el tiempo suspendida entre tu amor y mi cuerpo