
cuando un instante te parezca una eternidad,
y cuando puedas abrazar el horizonte…
será porque ya estoy en tu vida,
y porque así con ansia infinita te amo yo,
pues mis sentidos están presos
en tus ansias, en tus besos, y en los lamentos del viento.
Ámame sin prejuicios ni condiciones,
sin esperas ni reservas, sin cadenas ni sumisiones,
con la fuerza del mar, y la furia de un volcán.
Nuestros cuerpos desnudos y húmedos,
al ritmo de nuestras caderas, apagan su sed,
y un amanecer de vida estalla,
en la explosión final de la batalla.

No hay comentarios:
Publicar un comentario