22/8/13

Susurras mi nombre debajo de mis sueños para que no se me olvide, mientras, mi cabeza escapa de la realidad en estallidos de llanto, para poder soltar lastres, para liberarme de mis nudos, cenizas de mí, tal y como hacen los volcanes con su magma. Las lágrimas puede que sean una forma de resistir. Y con tus manos describes el mundo que en realidad soy: agua. Me recoges en tus brazos, en la manera que tienes de restregarte contra mí y decirme entre susurros: mi amor, necesito tu coño, necesito hundirme en tu sexo, en lo más oscuro de ti y sentirlo latir por mí. Y mi coño te obedece, se conmueve, te desea como jamás antes te había deseado. Me besas desde algo más que tus labios, desde tus ansias por llegar a mí y hacer que te sienta. Me llenas de lengua y saliva y amor, todo mi cuerpo lo llenas de lengua y saliva y amor y ganas, concupiscencia, mordiscos, jadeos, lengua, sudor, placer. Mi cuerpo responde a tu llamada con el vigor de mi naturaleza.

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